Trasfondo Del Nuevo Etiquetado Frontal
En nuestro artículo pasado describimos los cambios que sufrirá el etiquetado frontal en un futuro. Esta vez vamos a mostrar que fue lo que causó esta modificación y como se ve reflejado en la sociedad mexicana.
Un país con sobrepeso.
El problema que originó todo este cambio, y que no es nada nuevo para el país, es que la mayoría de la población vive con sobrepeso. En números, más de 70% de la población tiene sobrepeso u obesidad, somos el primer lugar mundial en obesidad infantil y hay más de 10 millones de personas con diabetes. Esto afecta directamente a la salud de la población y es algo que se debe reducir.
La razón de este problema.
Las principales razones del sobrepeso y obesidad de la población mexicana son sus hábitos alimenticios y el sedentarismo. Dentro de los hábitos alimenticios un factor clave son los alimentos ultraprocesados, los cuales representan un 80% de los estantes en los supermercados y los cuales se encuentran en forma de galletas, frituras, helados, cereales y muchos otros alimentos muy atractivos a la vista. Pero, ¿por qué prefiere estos alimentos el mercado? Porque no tiene un buen entendimiento de los valores nutricionales, entonces decide su alimentación con base en el precio y la conveniencia.
Área de oportunidad en el etiquetado.
Es por eso que se buscaron alternativas para buscar comunicar de una mejor manera el valor nutricional de los alimentos. Porque, a pesar de que la información nutrimental en los etiquetados de los productos es correcta y útil, muy pocas personas lo entienden. Se estima que solo el 13% de los consumidores sabe leer los etiquetados actuales. Con el nuevo etiquetado frontal se busca que sea mucho más fácil y rápida de interpretar la información nutrimental.
Casos de éxito en otros países.
Un punto a favor es que es un sistema ya probado en países similares de América Latina, como es el caso de Chile, Uruguay y Perú, en los cuales se ha tenido resultados positivos. Por ejemplo, en Perú la venta de alimentos ultraprocesados como bebidas azucaradas cayó un 25% y de postres casi 17%. Demostrando que con este etiquetado hay un mayor entendimiento de los alimentos y su aporte nutrimental. Solo con el paso del tiempo se podrá ver el resultado que habrá en la población mexicana y el impacto en la salud de las personas. Pero se tienen altas expectativas en esta nueva modalidad.